Osvaldo Dallera

martes, octubre 23, 2007

La verdad como problema

La verdad ha sido siempre un problema para los filósofos. Durante el transcurso de la historia del pensamiento filosófico se han desarrollado diferentes respuestas a la pregunta ¿Qué es la verdad? Como para ir calentando nuestras cabezas, los invito a ver este fragmento del film "Héroe accidental", en el que Dustin Hoffman le dice a su hijo qué es, para él, la verdad.
Podemos agrupar en cuatro grandes líneas filosóficas todas las variantes y todos los matices que se presentaron en la historia del pensamiento cada vez que en el terreno filosófico se discutió el problema de la verdad. A grandes rasgos, esas concepciones son:
a) la concepción realista. Para el realismo, la verdad es una relación entre el entendimiento y la realidad. Los que sostienen esta posición se encargan de aclarar que la relación, es una relación de adecuación. Esto significa que entre la inteligencia y la realidad se establece una relación de correspondencia, en la que el entendimiento se representa o capta algún aspecto que está efectivamente en el objeto o, más todavía, que es "la cosa misma" en una parte o bajo algún aspecto.
b) la concepción idealista. Dentro de esta concepción la verdad es entendida como una relación inmanente al espíritu, como el acuerdo del pensamiento con la representación del objeto. En este sentido, la verdad es idéntica a la objetividad del pensamiento, es decir la verdad coincide con la idea que la razón se hace del objeto. Dentro de la concepción idealista, juega un rol importante la coherencia entre las ideas, requerida para decir de un pensamiento que es verdadero. En definitiva, dentro de esta línea de pensamiento, la verdad es el acuerdo del pensamiento consigo mismo.
c) la concepción pragmatista. El pragmatismo hace coincidir la verdad con la acción eficaz para el sujeto o para la comunidad. Dicho de otra manera, lo que define a la verdad dentro del pragmatismo es el éxito de la acción. Sabemos que el pragmatismo sólo considera indudables los hechos de la experiencia y sólo la experiencia que resulta beneficiosa, coincide con la verdad. Como dice W. James, el divulgador de esta corriente: "Primariamente, y en el plano del sentido común, la verdad de un estado del espíritu significa esta función de conducir a lo que vale la pena."[1]
d) la concepción relativista. El relativismo pone el acento en los acuerdos sociales o culturales para determinar lo que es verdadero en un determinado tiempo y lugar. En este caso, la verdad depende de lo que cada cultura o cada sociedad considere verdadero en ese momento. De esta manera, la verdad se multiplica por el número de culturas, sociedades o comunidades, que, en virtud de sus acuerdos internos, establecen lo que es verdadero para ellos. Desde luego, es posible que dentro de este criterio relativista tenga cabida, por ejemplo un criterio pragmático de la verdad.Los espero en nuestro próximo encuentro de Cine y Filosofía.
[1]. James, William: Pragmatismo. Ed. Sarpe, España, 1985, pág. 168.